Aparte del gualdrapazo de las velas, el sonido de los cañones y los gritos previos al combate, estamos seguros que todos los contendientes, tanto de la Armada Española como de la Armada Inglesa, escucharon música antes y durante de los hechos de 1588. Posiblemente algunos no tuvieron nunca la oportunidad de haber asistido a un oficio religioso cantado por un numeroso coro polifónico, pero en cualquier caso, seguro que hubieron canciones a bordo. En este artículo daremos unas pinceladas a aquello que, posiblemente, escucharon tanto ingleses como españoles. Es la música de La Armada Invencible.
La música del Renacimiento se caracteriza por tener una sonoridad suave, muy agradable al oído.
Ya sea en la música popular como en una dramática composición para una misa de difuntos, la utilización del contrapunto y el aumento del número de voces que se experimenta en la época, hace de lo que llamamos la música de la Armada Invencible, sea agradable prácticamente a cualquier persona que se acerque a ella.
En el siglo XVI, la música disfrutó de una revolución en su difusión fruto de la popularización del uso de la imprenta, algo que provocó el conocimiento de obras de otros países y autores como nunca hasta entonces.
La típica obra musical renacentista culta será una composición polifónica, de entre 3 y 6 voces (no necesariamente todas humanas, sino que alguna puede ser interpretada por algún instrumento). Estas características serán comunes tanto en Inglaterra como en España.
En cuanto a la música tradicional, los géneros del bando español con más éxito serían el romance, la ensalada y el villancico, mientras que en el bando inglés el madrigal era lo más por aquellos días.
Como instrumentos de la época, los más comunes eran una gran variedad de flautas ( cornetos, chirimías, bajones), así como arpa, laúd, vihuela y, como no, el órgano para la música religiosa.
¿Qué música sonaba en la Inglaterra de 1588?
Pues habían dos músicos que rompían la pana por aquellos entonces, William Byrd y Thomas Morley, aunque también incluiremos, cómo no, a John Dowland, que aunque inglés, no gozaba de buena fama por algo que conocerás enseguida.
William Byrd (1543-1623) era el más famoso compositor de la época de Isabel I. La Reina no llevó a los extremos la doctrina protestante en aquellos aspectos con los que no estaba muy de acuerdo. Isabel, gran amante de la música y música aficionada de los teclados, siguió permitiendo la música en las celebraciones religiosas. Incluso Byrd fue tachado en ocasiones de simpatizante católico, algo que lo alejó temporalmente de la Corte de Isabel.
Thomas Morley (1557?-1602) se licenció en música por la Universidad de Oxford en ¿sabes que año?, pues sí, 1588. Su principal contribución a la música inglesa fueron sus madrigales y, con el favor de la Reina Isabel I, tuvo el monopolio estatal de la impresión de música a partir de 1596.
John Dowland (1563-1626) fue un compositor y laudista que se convirtió al catolicismo en 1580, así que estamos seguros que no gozaba del beneplácito de la Reina en los tiempos de La Armada Invencible. Ahora bien, sus delicadas composiciones para voz y laúd junto al hecho antes mencionado, despierta para nosotros todas nuestras simpatías. Si faltaba alguna razón más, las canciones de John Dowland fueron versionadas magistralmente por un músico del siglo XXI, Sting. Por supuesto, no nos hemos resistido a poner una versión de Sting.
Así suena Sting cantando a John Dowland
La música de La Armada Invencible
En el bando español, Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero llevaron la música polifónica a cotas apenas alcanzadas por cualquier otro músico de la época. Son realmente sobrecogedores en sus composiciones. Por otro lado, en la música popular, escucharemos al burgalés Francisco de Salinas.
Tomás Luis de Victoria (1548?-1611) , sacerdote abulense, está considerado uno de los mayores músicos de su tiempo, de hecho sólo hay que escucharlo para quedar sobrecogido por sus composiciones. Alumno del gran Palestrina, al que conoció cuando se trasladó a estudiar a Roma con 18 años, Felipe II lo nombró capellán de su hermana la Emperatriz María de Austria en el Monasterio de Descalzas Reales de Madrid en 1587. Dedicó muchas de sus obras a Felipe II
Realmente precioso. Tomás Luis de Victoria. Pulsa aquí.
Francisco Guerrero (Sevilla 1528-1599) es otro músico de la época al que no hay que perder de vista. En el verano de 1588, justo cuando La Felicísima Armada navegaba hacia Inglaterra, nuestro pobre Francisco estaba peregrinando a Tierra Santa, con tan mala fortuna que unos piratas lo secuestraron, siendo liberado después del consiguiente rescate.
Emocionante Francisco Guerrero. Puedes oírlo aquí.
Francisco de Salinas (1563-1626) fue un gran laudista y compositor. Organista del Duque de Alba, conoció a Tomás Luis de Victoria e incluso a Fray Luis de León, el cual le dedicó una oda. Recogió en una publicación mucha de la música popular de su tiempo, y alguna de estas canciones posiblemente fue cantada en la cubierta de algún barco de La Armada Invencible.
Escucha una de las canciones de Francisco de Salinas
Por supuesto estos son sólo algunos ejemplos de lo que hemos llamado la música de la Armada Invencible, pero creemos que puede ser un buen punto de partida y pude, además, servir para ambientaros en vuestra siguiente lectura de nuestro blog.
Madre mía muy interesante esta parte de nuestra historia y por qué parece muy bien explicada y documentada.Enhorabuena
Muchas gracias, Kiko! Comentarios como el tuyo nos hace dar sentido a nuestro trabajo.No olvides seguirnos en facebook y twitter. Un cordial saludo.
Interesante blog con el que paso muy buenos ratos. Sólo dos observaciones «habían» como verbo principal no es correcto: «habían muchos debe decirse había muchos» porque el verbo haber es impersonal.
William Byrd no es que fuera simpatizante del catolicismo, es que tanto él como su familia eran devotos católicos.
Muchas gracias por la corrección, amigo Pep. Un cordial saludo