Si bien en la Gran Armada embarcaron un número indeterminado de irlandeses de los que hablamos aquí, la mayor fuerza de irlandeses dispuestos a colaborar con la Monarquía Hispánica en la conquista de Inglaterra lo hicieron agrupados en el Tercio de Irlandeses del coronel William Stanley.
En los planes generales anteriores a 1588 no estaba previsto incluir fuerzas de esta nación; sin embargo, la reducción de efectivos de los últimos meses de 1587 obligó a compensar con otras unidades la debilidad de los regimientos.
La entrega de Deventer a los españoles
Unos 1000 mercenarios irlandeses, capitaneados por el coronel inglés Guillermo Stanley (así llamado por los españoles) y contratados por Inglaterra para defender Deventer, se habían entregado al duque de Parma sin ofrecer resistencia para pasar al lado español el 27 de enero de 1587.
Guillermo de Stanley, inglés católico y fiel a la Corona Inglesa durante 15 años, había reprimido levantamientos de irlandeses contra la ocupación inglesa de la isla como la segunda rebelión de Desmond, y participado en la defensa de Adare o la campaña militar contra los clanes Kavanagh y O’Tool.
En 1585 había sido mandado por Isabel I a ayudar a los rebeldes contra la Monarquía Hispánica junto a Robert Dudley y un ejército de irlandeses reclutados por él.
De camino a los países bajos, recabó en Londres donde fue acusado de mantener correspondencia con Felipe II y ya en los Países Bajos comenzó a actuar al margen del mando de las fuerzas inglesas. Si bien desconocemos si actuó como un “agente doble”, lo cierto es que contactó con el gobernador de Zupthen, el hispano-alemán Juan Bautista de Tassis para entregar la ciudad de Deventer a los españoles.
Stanley en España
A pesar de su aparente leal servicio a Isabel I, su condición de católico lo mantuvo al margen de cargos, títulos, tierras y otras prebendas que sí recibían sus homólogos anglicanos, lo que muy posiblemente ocasionó su desencanto con la reina Isabel I.
Alejandro Farnesio, tras este suceso, en carta a Felipe II desde Gante, pide merced al Rey para el coronel Stanley tanto por haber entregado Deventer, así como por su “calidad, cristiandad y fe en trato”.
Stanley, que viajó hasta España a entrevistarse con Felipe II, fue recibido con honores por Felipe II y don Álvaro de Bazán, donde expuso su plan de invasión de Inglaterra en el que proponía tomar el puerto de Waterford en Irlanda y ganar por armas la Isla antes de acometer la conquista de la potencia anglicana.
El plan de Stanley. Conquistar Irlanda
Su experiencia de 15 años batallando en Irlanda, conocedor del terreno y sabiendo que “los irlandeses estaban firmísimos con la antigua religión y casi todos cansados del Imperio y costumbres de los ingleses”, propuso al rey suministrarle seis mil soldados viejos, armas para otros seis mil y víveres para tres meses para poner “en manos de su Majestad la Isla de Irlanda”.
Una vez tomada Irlanda, y teniendo las fuerzas españolas puertos y abastos, además de los numerosos caballos que habitaban la isla, sería en vano para Inglaterra detener la acometida pues “porque como ganados los arrabales, no se mantienen mucho tiempo las Ciudades, tampoco un Reyno si les quietas los adherentes”.
Si bien este plan no se reprobó, lo cierto es que Álvaro de Bazán no contemplaba ni el plan irlandés ni el escocés (también propuesto por otros) y el plan de Stanley cayó en saco roto.
El tercio de irlandeses y la Gran Armada
Un año después, el tercio de irlandeses formado por 7 banderas y 918 hombres entre el total de 14.959 componentes de los tercios españoles, italianos, borgoñeses, escoceses, valones y alemanes, permanece atento para ser embarcado de camino a la conquista de Inglaterra.
En junio de 1588 el tercio de irlandeses ocupa, junto a otros cuatro tercios españoles, el lugar “llamado Bomen, tres leguas de la villa de Ypre y una de las de Dixmuda”.
Cerca de Dunquerque y junto a otros tercios como el de Bobadilla y el de catalanes, serán embarcados el día 9 de agosto y desembarcados por las malas condiciones de la mar, para ser de nuevo embarcados el 12 de agosto y desembarcados al conocer que la conexión con la Gran Armada era ya del todo imposible.
Tras el fracasado embarco de los Tercios en Flandes y, viendo a la Gran Armada pasar de largo, el duque de Parma reorganizará sus fuerzas para emprender nuevas campañas contra los rebeldes. No quería malgastar recursos cuando ahora disponía de unas renovadas y numerosas fuerzas de infantería.
Las campañas militares
Así pues, el tercio de irlandeses se unirá al tercio español de don Francisco de Bobadilla, el regimiento de alemanes de Barlaymont y el de valones de Mos. De Fresin junto a seis compañías de caballos para partir hacia Amberes.
El 3 de septiembre los irlandeses, junto al tercio de Bobadilla y otros dos de valones y alemanes a cargo del marqués de Rentín, se desplazan a Malinas donde se juntan con otras tropas en el castillo de Bao.
De allí partirán hacia Dufel (llamado Mantas por los españoles por la calidad de las que se fabricaban en esta ciudad) y de allí a Amberes, donde llegarán el día 15 de septiembre de 1588.
Trescientos hombres del tercio de irlandeses, junto a otros trescientos valones y otros trescientos alemanes fueron ordenados a crear una fuerza que, unida al tercio de D. Francisco de Bobadilla y tres compañías de caballos, serviría para la posteriormente fracasada intentona de conquistar la isla de Tola, donde las mareas crecientes ocasionaron más muertos que los mosquetes de las fuerzas guarnecidas.
A primeros de diciembre, el tercio de irlandeses permanece en Til, a cuatro leguas de Brujas.
Mientras, Stanley viaja en distintas ocasiones a España para intentar convencer a Felipe II de reanudar los planes de la conquista de Inglaterra.
Llegó, incluso, a planear algunos intentos de asesinato de Isabel I siendo todos descubiertos y ejecutados sus cómplices.
En 1591 propuso a Roma como sucesor de la corona inglesa a Lady Arbella Estuardo (prima de Jacobo I) o a Ferdinando Stanley (Conde de Derby y familiar suyo) y en 1595 fue reprendido por las autoridades españolas por la violencia de los insultos que profería contra la reina de Inglaterra.
Participó con los españoles en el sitio de Amiens en 1597, en la batalla de Geldern y en la derrota española de Nieupoort de 1600 contra los holandeses.
El desencanto
Firmada la paz con los ingleses en 1604 y decepcionado de ver cómo las relaciones hispano-inglesas se sucedían casi de buen agrado y sin haber solucionado el problema religioso, se retiró de la vida militar dedicando el resto de su vida a apoyar a organizaciones religiosas en Lieja y Malinas, viviendo de la pensión de 300 escudos mensuales otorgada por Felipe II.
Guillermo Stanley falleció en Gante el 3 de marzo de 1630, después de haber servido a tres reyes, Isabel I, Felipe II y Felipe III.
Bibliografía:
–Los sucesos de Flandes de 1588 en relación con la Empresa de Inglaterra. Gonzalo Parente, Hugo O’Donnel y otros. Ed. Naval 1990
–Segunda década de las guerras de Flandes: desde el principio del govierno de Alexandro Farnese.
P. Famiano Estrada. Colonia, 1681
–Los sucesos de Flandes y Francia del tiempo de Alejandro Farnese. Capitán Alonso Vázquez. Colección de documentos Inéditos para la Historia de España. Madrid, 1879.
Por favor, decir La Gran Armada Española o la Felicísima Gran Armada, porque La Invencible nunca se llamó así, fue algo que surgió en España siglos después y no como peyorativo. Gracias
Hola, Lucio.
Creo que soy la única persona que ha estudiado este tema con profundidad y posiblemente el resultado te sorprenda. Nunca se llamo Felicísima o Gran Armada,
Puedes leer mi estudio aquí:
https://www.armadainvencible.org/el-verdadero-origen-del-nombre-armada-invencible/
Un fuerte abrazo y muchas gracias por seguirnos y leernos.