La presencia vasca en la Gran Armada debemos de considerar cuanto menos como considerable no sólo en el número de buques construidos en las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa sino además en cuanto a tripulantes y mandos en las diferentes escuadras.
Cabe destacar de entre todos el que era llamado a mandar la Armada en ausencia de su mando natural Álvaro de Bazán y Guzmán, Marqués de Santa Cruz y me refiero a Juan Martínez de Recalde y Larrinaga (Bilbao 1526-Coruña 1588).
Juan Martínez de Recalde y Larrinaga
Se casa el 8 de enero de 1585, cuando se encuentra en plena operación de puesta en marcha de la Armada Invencible, con Isabel de Idiáquez e Idiáquez, sobrina de D. Juan de Idiáquez, secretario de Felipe II. Tendría, por lo tanto, en el momento de su boda 60 años, lo que le convertía en aquella época casi en un anciano, pero desde luego este tardío enlace con una mujer tan cercana al rey, al que se suma su prestigio profesional meritorio, hace que sea en ese momento un distinguido marino, veterano de muchos combates y dedicado en cuerpo y alma a los preparativos de tan complejas operaciones y en una situación cercana al monarca. Hay que destacar el gran afecto y respeto que sentía por Álvaro de Bazán fruto de la admiración y de la amistad surgida por la participación de ambos en la Batalla de la Terceira (Azores).
La victoria sobre la armada combinada franco-portuguesa fue total, pero la victoria de Álvaro de Bazán no hubiera sido posible, debido a lo precipitado de su salida, si no llega a contar con el apoyo de Martínez de Recalde y su escuadra. Quizás Álvaro de Bazán pensó que siempre le tendría que agradecer al marino vasco esta victoria.
Juan Martínez de Recalde seguía ganado prestigio en la Armada. Estudioso de la construcción naval y cercano al rey, aconsejaba la construcción y armamento de los buques en los astilleros de Vizcaya y Guipúzcoa, aprovechando la dura madera de roble para quilla y cuadernas y la de haya para la carpintería de interior, dos árboles que se daban en abundancia en esta tierra y fundamentalmente en la cercana Navarra. Él mismo dirigía sus construcciones. En 1584 redactó un tratado “Relación de las medidas que han de tener los mástiles y vergas para los galeones de mi mando”.
Su situación de confianza por su parentesco con Juan de Idiáquez, secretario de Felipe II, le hace participar en las intrigas de la corte y es enviado en una misión secreta con una escuadra de ocho naos y cuatro pataches a reconocer las costas de Irlanda y alentar el descontento, que entre los católicos irlandeses había surgido al abrazar, primero Enrique VIII y después su hija y en aquel momento soberana Isabel I, la causa protestante para su reino.
Martínez de Recalde tanteo sin demasiado éxito las posibilidades de una sublevación en la católica Irlanda previa a un desembarco español. Los ingleses se han mostrado desunidos a lo largo de la historia, pero unidos ante un invasor común y la rebelión finalmente no fructificó. Le hizo saber al rey que no contarían con el apoyo de los católicos irlandeses en su proyectada invasión a Inglaterra.
A pesar del fracaso de esta misión, su prestigio profesional crecía, su cercanía al rey Felipe II, le hace conocedor de los asuntos de estado. Si a esto unimos su amistad y cercanía a Álvaro de Bazán, da como resultado el que fuera elegido por Felipe II para sustituir al gran almirante en caso de un hipotético contratiempo, como más tarde ocurrió.
Como todos sabemos, la inesperada muerte de Álvaro de Bazán en Lisboa como consecuencia del tifus y las veleidades de un monarca apodado como prudente, pero que demostró unas enormes dosis de incompetencia, hace que sorpresivamente el rey se fijara en un inexperto marino, un noble en aquel momento Gobernador de Cádiz, Alonso Pérez de Guzmán el Bueno, VII Duque de Medina Sidonia para tan magna operación. El resto ya lo conocemos. Juan Martínez de Recalde participó en la batalla a bordo de la Santa Ana, nao capitana de la Escuadra de Vizcaya, que él mandaba. Moriría en La Coruña a su regreso de la batalla como consecuencia de las heridas recibidas. Su cuerpo embalsamado fue acompañado por su esposa hasta Bilbao, donde se le hizo un Funeral de Honores.
Miguel de Oquendo y Martín Bertendona
Otros dos almirantes vascos de gran prestigio, Miguel de Oquendo y Domínguez de Segura (Ulía 1524-San Sebastián 1588) al mando de la Escuadra de Guipúzcoa y Martín de Betendona y Díaz de Goronda (Bilbao 1530-Lisboa 1604) al mando de la Escuadra de Levante.
Ambos habían participado en la Batalla de la Isla Terceira, Martín de Bertendona con su buque en la escuadra de Álvaro de Bazán y Miguel de Oquendo al mando de la Escuadra de Guipúzcoa, ambos jugaron un papel fundamental en la victoria.
Estos son sin duda los lazos más fuertes que unen a las personas, la amistad y la ayuda de auxilio en las batallas y son los que unieron a los tres almirantes vascos con el Almirante en Jefe de la Gran Armada, Álvaro de Bazán y Guzmán.
“La Grande y Felicísima Armada». Fuerzas totales de combate :
20 galeones, 4 galeras, 4 galeazas, 25 urcas, 35 naos, 10 carabelas, 11 zabras y pinazas, 20 pataches, 2.431 cañones, 30.000 hombres.
Participación vasca:
Buques y pertrechos:
21,53% de los buques – 21,42% del tonelaje – 19,95% de las piezas de artillería – 20,36% de la gente de guerra – 29,16% de la gente de mar.
Marinos y soldados muertos de las villas de Vizcaya:
Ondarroa: 8 – Sestao: 6 – San Salvador del Valle: 6 – Lequeitio: 56 – Baracaldo: 11 – San Julián de Musques: 1 – Bermeo: 37 – Ciérvana: 6 – Galdames: 2 – Plencia: 7 – Abanto: 7 – Portugalete: 4 – Santurce: 8.
Marinos y soldados muertos de las villas de Guipúzcoa:
Motrico: 17 Fuenterrabía: 9 – Mondragón: 2 – Deva: 18 – Irún: 27 – Arería: 1 – Zumaya: 15 – Rentería: 38 – Aya: 4 – Guetaria: 14 – Lezo: 6 – Astigarraga: 5 – Zarauz: 10 – Pasajes de San Juan: 35 – Urnieta: 7 – Orio: 11 – Hernani: 22 – Asteasu: 2 – Usurbil: 12 – Azpeitia: 14 – Salinas: 1 – Pasajes de San Pedro: 21 Segura: 3 – Léniz: 1 – Oyarzun: 36 – Villafranca: 11 – San Sebastián: 128 Tolosa: 29 – Placencia: 2
Condición personal de los fallecidos:
Marineros: 296 – Despenseros: 11 Cirujanos. 2 – Maestres: 12 – Toneleros: 3 – Atambores: 2 – Contramaestres: 5 – Guardianes de nao: 8 – Grumetes: 55 – Pilotos: 5 – Alguaciles: 8 – Pajes: 7 Carpinteros: -7 Lombarderos: 19 – Gentilhombre: 1 – Calafates: 5 Artilleros: 33 – Soldados: 1
A esta lista habría que añadir los dos almirantes Juan Martínez de Recalde y Miguel de Oquendo muertos como resultado de las heridas del combate.
Escuadra de Guipúzcoa
Santa Ana (capitana), de Miguel de Oquendo
Santa María de la Rosa (almiranta), del capitán Martín de Villafranca
San Salvador, de Juan de Aguirre (Tolosa)
María San Juan, del capitán Juan de Echazarreta (San Sebastián)
San Esteban, de Francisco Elorriaga (vecino de Orio y Zumaya)
Santa Bárbara, de Francisco de Segura (San Sebastián)
San Juan, de Domingo Hernando (San Sebastián)
Santa Marta, del capitán Sebastián de Urrezti (San Sebastián)
San Buenaventura, de Juan Pérez de Arriola (San Sebastián)
Escuadra de Vizcaya
Santa Ana (capitana), de Juanes de Mutio (San Sebastián)
Santiago (almiranta), de Juan López de Rezu (San Sebastián)
Gran Grin, de Andrés Felipe (Bermeo)
Concepción Mayor, de Zubelzu (Deva)
Concepción Menor, de Joaquín Retén (Deva)
María Juana, del capitán Ochoa de Goyaga (San Sebastián)
Magdalena, de Domingo Gárate (Deva)
San Juan, de Martín Sánchez de Arriola (San Sebastián)
Santisteban, de Martín de Echegaray (Rentería)
Isabel, de Miguel de Aranibar (Fuenterrabía)
María, de Aguirre (Deva)
Datos tomados de FERNANDEZ DURO, C. : «La Armada Invencible» (Madrid 1884).
Es indudable a la vista de los datos que la participación vasca en la “empresa española” ha sido considerable.
Tuvo una presencia fundamental en la construcción, mantenimiento y en el capítulo final del Imperio Español, que yo lo sitúo en la derrota de Trafalgar en donde cabe también destacar la presencia vasca:
La participación vasca en Trafalgar
Cosme Damián Churruca (Motrico 1781-Cádiz 1805) Brigadier elevado a Almirante tras su muerte heroica a bordo del San Juan Nepomuceno en Trafalgar.
Ignacio de Olaeta y Allende Salazar (Gernika 1775) Almirante y Jefe de Escuadra en la Batalla de Trafalgar. Capitán del Consejo General de la Marina, a bordo del Santisima Trinidad combate contra Nelson.
Ignacio Mª de Alava y Saenz de Navarrete (Vitoria 1750) Con el grado de Teniente General se le da el mando de la Escuadra de Cádiz en la Batalla de Trafalgar. Es herido en combate. Una vez repuesto de sus heridas participa nuevamente como jefe de la Escuadra de Cádiz en la Guerra de la Independencia.
Jose Mª Mazarredo y Salazar (Bilbao 1745) Teniente General de la Armada y el marino más brillante de su época, según palabras del Contra Almirante Jose I. González-Aller: “… bajo su mando la Armada no hubiera sido derrotada en las batallas de San Vicente y Trafalgar, pero se impuso la decisión de Napoleón I en favor del almirante francés Villeneuve”.
Nota del autor: El conocimiento de estos datos me animó a escribir mi libro «Las Columnas del Imperio (Cuando los vascos conquistaron el mundo para la Corona Española)» que fue presentado en Madrid, Instituto de Historia y Cultura Naval (Cuartel General de la Armada) el día 19 de noviembre de 2019.
Artículo muy interesante. ¡Felicidades! ¿Hay alguna investigación sobre la participación catalana y aragonesa? Yo solo sé que el barco La Juliana era de Mataró, provincia de Barcelona.
En aquellos tiempos la costa de la actual Cantabria pertenecía a Vizcaya.
Un saludo.
Interesante, Josu. Gracias por comentarlo.
Hola Josu: ¿Podrías documentar esa afirmación, por favor?
Yo no he encontrado ningún documento que confirme tal cosa.
Otra cosa distinta es que, en siglos pasados, la denominación «Cantabria» incluía
las provincias vascas.
Gracias anticipadas y un saludo.
La presencia vasca en la Armada Invencible esta documentada en:
José Andrés ÁLVARO OCÁRIZ
Licenciado en Filología Hispánica
Los que moraban en el Condado de Vizcaya y la provincia de Guipúzcoa
eran gentes sabias en el arte de navegar y esforzados en las batallas
marinas, y tenían naves y aparejo para ello, y en estas tres cosas eran
más instructos que cualquier otra nación del mundo.
Antonio de NEBRIJA
FUENTES DOCUMENTALES: TELLECHEA IDÍGORAS, J.I.: La otra cara de la Invencible. La participación vasca.
Grupo Doctor Camino de Historia Donostiarra, San Sebastián, 1988.
Tomado por Tellechea Idígoras de FERNANDEZ DURO, C.: La Armada Invencible.
Madrid, 1884.
FERNÁNDEZ DURO, C.: La Armada Invencible. Est. Tipográfico de los Sucesores de Ribadeneyra, Madrid, 1884.
—: Armada española, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Museo Naval, Madrid,
1973.
NAVARRETE, A.: Historia marítima militar de España. Madrid, 1907.
SAN JUAN, V.: La batalla de las Dunas. Sílex, Madrid, 2007.
Y también en la «Relación de la gente de mar residente en la provincia de Guipúzcoa, que participando en la Jornada de Inglaterra falleció en ella». Archivo General de Simancas. Guerra antigua. Legajo 302, número 148
Un abrazo, amigo Sabino.
Me parece que involuntariamente he provocado un mal entendido.
Mi pregunta iba dirigida a Josu Lavín que en su post de 31 de enero afirma lo siguiente: «En aquellos tiempos la costa de la actual Cantabria pertenecía a Vizcaya».
Agradezco mucho las aclaraciones relativas a la participación vasca en la Gran Armada, cosa que jamás he puesto en duda, y lamento haberos provocado a Sabino Laucirica y Pedro Luis Chinchilla la molestia de haber tenido que aclarar algo que no era necesario.
Os pido disculpas y prometo ser más preciso la próxima vez que comente alguna intervención o comentario.
En absoluto me he molestado, Cayetano! No te preocuopes en absoluto. Un abrazo y gracias por seguirnos y leernos.
Cayetano Hormaechea practica lo que debe de ser un ejemplo de debate.
Es absolutamente contrastable la construcción de galeones en las Cuatro Villas en los años previos a los acontecimientos de 1588, buques que fueron consignados a Sevilla y Lisboa. En 1582 el Consejo del Reino da poderes a Lope de Avellaneda comendador de Aguilarejo que pasó a comendador de las Cuatro Villas, Vizcaya y Guipuzcoa para estipular y concertar la construcción de nuevos buques para la Corona. Se construyeron media docena de galeones que llevaría Juan Martinez de Recalde hasta Sevilla para incorporarlos a la Armada. Está claro que se construyeron buques en las Cuatro Villas que participarían en la Gran Armada. En cuanto al hecho de la territorialidad es que todo ello desde 1379 pertenecía a la Corona de Castilla. También puede ser cierto que cartográficamente todo ello aparece como Biscaia por ser el rincón territorial del Golfo de Vizcaya o mar de Biscaia como aparece en mapas. Pienso que no tiene mas importancia, el hecho incuestionable es que desde 1379 y por herencia de Juan I de la casa de Trastámara (Señor de Vizcaya) adquiere la corona de Castilla, quedando este territorio primitivamente perteneciente al Reino de Navarra unido en su destino a Castilla.
A Sabino Laucirica Villalabeitia solamente informarle que su apellido no está escrito correctamente su apellido es Villelabeitia..Villela es un barrio de Mungia
Por afición, he leído lo que está a mi alcance sobre la Escuadra de Guipúzcoa, en relación a ello me permito comentarle que en el año 1621, en su nombre y de otros , Martin de Albístur, se dirige al Rey para solicitar la contaduría y la veeduría de la Escuadra de Guipúzcoa, en detrimento de las pretensiones de Martin Díaz de Rojas por no ser de la provincia. El Rey ante los enfrentamientos de Vizcaya y Guipúzcoa se inclina por nombrar a Almirante D. Antonio de Oquendo , al mando de la Escuadra que titula como «Del Cantábrico». Con mis comentarios solo pretendo que me rectifique, si es tan amable. Por otra parte entre mis notas he leído que los Oquendo, son naturales de San Sebastián, pero sus antepasados procedían de Oquendo, en la Gascona francesa. Le agradezco su atención
Estimado Carlos:
Espero que pueda contestarte por aquí el autor de este artículo, el amigo Sabino.
Yo no tengo datos sobre esta escuadra ya que escapa el ámbito de mi investigación.
Un fuerte abrazo y gracias por leernos.
Estimado Carlos yo tengo un método de trabajo consistente en cerrar capítulos de mi vida y abrir otros nuevos. En mis últimos años estoy inmerso en el viaje de Magallanes y Elcano. He escrito un libro «Magallanes frente a Elcano – El juicio de la Historia». No sé por qué, quizás por mi edad me da una enorme pereza volver la vista a atrás.
Siento no poder ayudarte.
Un abrazo.
Este Señor no sabe ni escribir su apellido..no me meto en sus estudios históricos .. que son fenomenales.. pero su apellido es Villelabeitia.y noooo.Villalabeitia…con lo cual demuestra una ignorancia supina del Idioma Euskera
El mundo de Internet es maravilloso, pero tiene un defecto que puede poner al mismo nivel a un sabio y a un cabestro. Se puede dirigir a ti un desconocido y decirte que no sabes escribir ni tu segundo apellido (Villalabeitia) sin que se le caiga la cara de vergüenza y ser tan indocumentado que pasa de decirme que mi primer apellido debería ser Lauzirika en vez de Laucirica (en euskera no existe la letra C). Estimado ignorante los apellidos son topónimos como los nombres de los países o lugares y son así como se han bautizado, ni mas ni menos y así me llamaré yo hasta que me muera Sabino Laucirica Villalabeitia. Egun ona izan, Kortxoa. dedikatu zeure burua beste zerbaitetara.
La grandeza de internet es que pone en el mismo lugar al sabio y al cabestro. Este tal Ramón Etxebarria pretende insultarme, sin conocerme de nada, pero es que los cabestros no sirven ni para torear en las plazas por lo tanto no le daré ni un pase. Se retrata a si mismo diciendo que mi apellido en euskera es Villelabeitia e ignorando que en euskera no existe la V por lo que en todo caso sería Billelabeitia, ignorando que los topónimos o nombres propios no se ajustan a reglas son nombres dados y al mi el mío me dieron hace muchos años y me acompañará hasta el final, hubiera sido más elegante pidiéndome que le enseñe algo de historia, pero como decía Gila hay individuos a los que las ideas les entran de perfil.