Para crear la mayor fuerza naval de todos los tiempos hay que tener muy buenas razones, y estas, ni vienen de un día para otro, ni son fruto del azar. En este artículo conocerás los antecedentes que llevaron a Felipe II a el casi desconocido desembarco de Smerwick, el primer intento español de la conquista de Inglaterra en 1580 y preludio de lo que sería el segundo intento a cargo de La Felicísima Armada, la llamada Armada Invencible.
¿Por qué invadir Inglaterra?. Es obviamente una pregunta que deberíamos de hacernos para poder comprender la magnitud de los sucesos acaecidos en 1588 y, por supuesto, la respuesta no es ni fácil y ni siquiera existe tan sólo una. Ahora bien, en la década de 1530-1540 podríamos situar uno de los acontecimientos que desató, sin lugar a dudas, una conmoción política de tal calibre que bien puede ser considerado como la semilla de La Armada Invencible. Nos referimos a la decisión de Enrique VIII de Inglaterra de divorciarse de su mujer Catalina de Aragón (tía de Carlos V, Rey de España, los Países Bajos y el Sacro Imperio Romano) para casarse con una de las damas de su corte, Ana Bolena (de bellos ojos negros y excelente bailarina).
Enrique VIII era un monarca de armas tomar y su divorcio provocó la separación entre la Iglesia de Inglaterra y La Iglesia Católica de Roma, erigiéndose él mismo como cabeza suprema de su propia Iglesia. Esta ruptura con la Iglesia de Roma abrió Inglaterra a la influencia de la Reforma Protestante de Martín Lutero, que a estas alturas del Siglo XVI ya había erradicado la autoridad papal en gran parte de los países de Europa del Norte y cuya doctrina lo enfrentaba directamente al tío de Catalina de Aragón, el poderoso Carlos V.
Los católicos no se quedaron mirando cómo se atacaba su manera de ver la fe por distintos flancos y se negaron a reconocer el matrimonio de Enrique con Ana Bolena y poco después consideraron bastarda a su hija Isabel Tudor (la que más tarde se convertiría en Isabel I), el único hijo superviviente de los sucesivos abortos que padeció Ana.
En 1542 el católico Jacobo V de Escocia comenzó a hostigar a los ingleses desde sus tierras del norte y en 1545 Francia (también aliada católica) hostigó a los ingleses llegando a ocupar la Isla de Wight y batiéndose con la Armada Inglesa en el estrecho de Solent (que separa finamente la Isla de Wight de las costas inglesas).
En 1547 Enrique VIII muere, siendo sucedido por su hijo de 10 años Eduardo VI (fruto de su tercer matrimonio con Juana Seymour, su última esperanza después de que ni Catalina de Aragón ni Ana Bolena hubiesen podido engendrar un heredero). Es entonces cuando los regentes de Eduardo VI introducen en Inglaterra un orden eclesial plenamente protestante y continúan luchando contra sus atacantes escoceses y franceses. Ahora bien, tan sólo 6 años después, el enfermizo Eduardo VI muere y su sucesora es…María Tudor, de 38 años, hija de Enrique VIII y nuestra Catalina de Aragón (es decir, hermanastra por parte de padre del rey fallecido). María Tudor, a pesar del ambiente de la Reforma, había permanecido como fiel católica y estaba dispuesta a echar por tierra todo el camino recorrido por los protestantes en Inglaterra, ¿pero cómo?. Recordemos que María Tudor es sobrina del Emperador católico Carlos V y este tiene un hijo casamentero y único heredero de su imperio, Felipe (de 27 años de edad y más tarde Felipe II). Así pues, concertó su matrimonio con Felipe (con el que se casa en julio de 1554) promoviendo una reconciliación formal con la Iglesia católica (que se fragua en noviembre de ese mismo año). A los protestantes se les han puesto las cosas muy difíciles y en 1555 ya fueron condenados a la hoguera algunos de ellos (llegaron a ser más de trescientos). ¿Sabes ya por qué María Estuardo fue conocida como Bloody Marie?.
En este mal ambiente para los protestantes en su mismo feudo y sólo cuatro años después de la boda de María Tudor con Felipe II, esta muere a causa probablemente de un cáncer, con la desdicha para ella de no haber podido engendrar ningún hijo. ¿Quién sucederá, pues, a María Tudor?.
Si recordáis, aun seguimos teniendo un heredero para el trono de Inglaterra. Isabel, la hija de Enrique VIII y de Ana Bolena, única sobreviviente de los sucesivos abortos de Ana, por lo tanto hermanastra de María Tudor y por cierto…defensora de la Iglesia Protestante. Pero, además, en Escocia reina María Estuardo, nieta católica y legítima de la hermana de Enrique VIII, lo que para ella era motivo suficiente para aspirar al trono tras el vacío dejado por María Tudor.
Tenemos así dos mujeres pretendientes al trono. Una católica y francesa (María Estuardo, que ,aunque escocesa, era Reina de Francia desde 1559 tras sus nupcias con Francisco II de Francia) y una protestante e inglesa (Isabel Tudor).
Ciertamente lo último que le gustaría a Felipe II sería tener a una reina francesa reinando en Inglaterra, así pues, a pesar de su ferviente catolicismo prefería una Isabel Tudor protestante y enemiga de Francia que no una María Estuardo católica aliada de Francia. De hecho, Felipe II llegará a pedir matrimonio a Isabel en 1559, aunque bien es cierto de poca gana y con el único ánimo de tener una mayor ventaja para su imperio. De hecho ante la tibieza de Isabel ante esta petición, Felipe II anunció su compromiso con la Princesa Isabel de Valois tan sólo un mes más tarde de haberlo intentado con Isabel.
Mientras tanto, los turcos otomanos comienzan a asediar plazas españolas en el Mediterráneo y Felipe II ve cada vez más lejos un acercamiento con el Reino de Inglaterra, con el que mantendrá una relación distante, incluso amigable durante los diez años posteriores, sin por ello dejar de tenerla como un futuro objetivo. Así pues, Felipe II centrará a partir de entonces sus esfuerzos en la amenaza turca y en otros asuntos internos.
Esta calma tensa con el Reino de Inglaterra empezó a romperse en 1567 con los sucesos que por entonces acontecieron.
John Hawkins y su primo Francis Drake navegantes y corsarios con patente otorgada por Isabel I, estaban dando mucho dinero su Majestad la Reina Isabel en base al comercio de esclavos que vendían con mediación española ( y a espaldas de Felipe II) en Venezuela, Curazao y Cartagena de Indias. Sin embargo, en 1567, una tormenta en el Golfo de México provocó que una expedición de John Hawkins tuviese que resguardarse en la bahía de San Juan de Ulúa. A esa misma bahía arribó dos días más tarde Don Martín Enríquez, virrey de Nueva España, el cual, a pesar de la tolerancia existente con los ingleses, no estaba dispuesto a tolerar compartir puerto y bahía con “una cuadrilla de piratas”, lo que le lanzó a efectuar un ataque sorpresa a los barcos de la expedición inglesa que se saldó con dos barcos de guerra españoles destruidos y con el buque insignia inglés Jesus of Lübeck capturado por los españoles, decenas de ingleses muertos o capturados y con la expedición inglesa huyendo de manera desordenada y alocada de aquella bahía.
Esto no hizo mucha gracia a la reina Isabel I, que tras este suceso permitió que los barcos que trasladaban un botín capturado a los españoles por los hugonotes franceses (franceses de religión protestante) se refugiasen en Inglaterra y ordenó retener el dinero del botín en La Torre de Londres. Felipe II ordenó entonces el bloqueo de cualquier comercio con Inglaterra y confiscó todas las propiedades inglesas en España y los Países Bajos.
María Estuardo estaba por entonces presa de su prima Isabel I. Tras la muerte de su marido el Rey de Francia Francisco II, regresó a su Escocia natal (un país del que salió con seis años y apenas conocía) y donde no tardó en granjearse enemigos que pronto la hicieron huir de Escocia. María, de manera un tanto inocente pidió auxilio a Isabel que la acogió de la peor manera posible, encarcelándola. Este encarcelamiento enalteció a los católicos e incluso el Papa presiona a Felipe II para que invada Inglaterra y deponga a Isabel a favor de María.
Es ahora cuando Felipe II comienza a vislumbrar la perspectiva de deponer a Isabel I por María Estuardo, algo que ,como recordarás, había preferido no hacer unos diez años antes.
En 1571, el embajador español en Inglaterra, junto a nobles católicos ingleses planean un golpe de estado que llevaba consigo el asesinato de Isabel y la proclamación de María. Tras dicho golpe, el Duque de Alba enviaría desde los Países Bajos un ejército que desembarcaría en Inglaterra. El plan estaba a punto de efectuarse cuando se interceptó un correo entre los golpistas, que tras un duro interrogatorio (con torturas incluidas), sacó a la luz todo el plan desbaratándolo consecuentemente. Fue la llamada Conspiración Ridolfi (el nombre de un banquero florentino también conspirador de este golpe).
Las relaciones entre los antiguos pretendientes llegaban así a su momento más bajo y su desconfianza al momento más alto. Isabel II comenzó a ayudar a los rebeldes de los Países Bajos para alejar a los españoles de esas costas tan cercanas a las suyas, mientras que al otro lado del Atlántico, Drake y Hawkins comenzaron a saquear colonias y expediciones marítimas españolas.
Felipe II no iba a dejar que la situación fuese a más y, aunque de manera encubierta, apoyó la primera invasión de Inglaterra en 1580, ocho años antes de intentarlo de nuevo con La Armada Invencible.
¿Invadió entonces España Inglaterra con anterioridad a 1588?. La respuesta en nuestro artículo La primera “invasión” de Inglaterra. El desembarco de Smerwick.
Gran artículo que ayuda a comprender la dimensión y complejidad politica detrás de este este hecho histórico. Gracias.
Gracias a ti por leerlo y por tu comentario, Tomás. Un cordial saludo.